viernes, 29 de junio de 2007

jueves, 28 de junio de 2007

UNA TARDE DE FINALES DE VERANO

Era una tarde de finales de verano, Manuel, el Jefe de Estación de un pequeño pueblo perdido en la geografía española, compartía su trabajo, que era más bien poco, con su afición de toda la vida, relojero, tenía en su despacho una mesita con todas sus herramientas, lupas, piezas de reloj, relojes a medio abrir, otros terminados esperando que aquel que lo trajo para su arreglo reuniera el dinero necesario para poder recuperarlo, él, enfrascado en una difícil reparación solo se dio cuenta de que un chavalín había entrado cuando le faltó luz para ver lo que tenía entre manos.




Lo miró casi sin ver, todavía con la vista fijada en el minúsculo mecanismo del que estaba intentando averiguar como es que no funcionaba, se fijo en sus sandalias, sus postillas en las rodillas, señales de las muchas caídas jugando al futbol, sus pantalones cortos, su camisa de cuadros, sus despiertos ojos, su pelo cortado muy cortado casi rapado.



- Buenas tardes D. Manuel.



- Hombre, Antoñito, otra vez por aquí?



- Pues si, D. Manuel el reloj que se ha parado, como siempre…



Antoñito, de unos 8 años, era el nieto del dueño de la taberna que había al lado de la estación de tren, le llevaba su más preciada posesión, un reloj de cuerda, regalo de su padrino por el día de su Primera Comunión, desde ese día el reloj era un asiduo visitante del despacho del Jefe de Estación y a la vez era el motivo de chantaje de su abuela para tenerlo en casa a la hora que tenía que estar, pues… “Si no estas aquí a tal hora, te quito el reloj, porque entonces para que lo quieres” eran la frase cada vez que se salía a la calle a jugar.



Debido a los continuos golpes el reloj estaba siempre averiado y eran incontables los “ejes volantes” que le había puesto D. Manuel, a veces, hasta pensaba su abuelo que no lo arreglaba bien para poder sacarse las copas gratis.


Al darle el reloj, los ojos de Antoñito se fijan en algo que no había visto nunca… un reloj diferente a los demás, tenía como una mancha negra en la esfera, Antoñito alargó la mano para cogerlo y se encontró con la mano de D. Manuel que la paró…




- No, Antoñito, ese reloj es muy valioso y no puedo dejar que lo toques siquiera.

- D. Manuel y no es un poco pequeño para los que usted acostumbra? Usted tiene todos sus relojes muy grandes, este es más pequeñito no?

- Pues verás es curioso, pero, al tener una caja muy fina el dial es igual e incluso más grande que el de otros que habrás visto en mi colección, este tiene 40 mm. de diámetro


- D. Manuel, que es esa mancha negra que tiene en la esfera?



- No hombre, dijo sonriendo, eso no es una mancha negra, eso es una complicación que tiene el reloj por la cual te dice las fases de la luna, sabes lo que son las fases de la luna?

- Pues claro, cada uno de los cuartos, pero, como puede saber el reloj las fases de la luna?

- Es muy sencillo, lo pones un día en el cuarto en el que está la luna y el reloj hace un recorrido de 28 días por el que van pasando cada uno de los cuartos.

- Y como se puede poner en el cuarto en el que está la luna?

- ¿Ves este botoncito que hay aquí ?



-Pues solo hay que pulsarlo y cada pulsación es un día, luego solo tienes que ajustarlo bien, el día en que la luna está totalmente llena la llevas al centro del semicírculo, si no estuviese y ya lo tienes totalmente regulado, a partir de ese día, puedes estar seguro de que siempre tendrás el cuarto o la fase de la luna en el reloj.

- D. Manuel y las agujas de que color son? Porque no son negras verdad?

- Pues no, son de azul cobalto un azul metálico muy bonito verdad?



- Y la esfera? Es preciosa no? Tiene varios dibujos que…

- Pues si, como ves tiene unas filigranas que la hacen muy bonita ¿verdad?



- Y esas dos esferitas que hay dentro que son?

- Pues mira Antoñito, la de la izquierda es el segundero



Y la de la derecha pertenece al crono y es la que cuenta los minutos.




- ¿Crono? Y como funciona el crono D. Manuel?

- Pues pulsas el botón de arriba y empieza a correr la aguja de los segundos, cada vez que pasa por las doce, el minutero del crono cuenta un minuto y así siempre.

- Y para pararlo?

Antoñito, Antoñito, que tengo muchas cosas que hacer hombre (pero en el fondo D. Manuel estaba disfrutando pues era el único en todo el pueblo que le preguntaba una y otra vez sobre los mecanismos de los relojes y su funcionamiento y él podía hablar con ese chaval de su afición, de su pasión) a ver, pulsas de nuevo el botón de arriba y la aguja se para, pulsando el botón de abajo la aguja vuelve a su sitio original y se pone todo a cero.





Ohh!! Exclamo Antoñito, extasiado por las explicaciones de D. Manuel

- Estoo, D. Manuel y esos tornillos que tiene a los lados? Para que son?

- Es que, verás, este reloj no tiene pasadores para poner la correa, lo que tiene es un tornillo pasante en el que se rosca otro tornillo para que quede ajustado.




Diciendo esto, movió el reloj y Antoñito abrió más los ojos, si cabía, vio un poco de la maquinaria del reloj que estaba tapada por un cristal muy transparente y eso ya le dejo ya sin respiración.

D. Manuel y se le ve la maquinaria no?

Efectivamente Antoñito, esta es la maquinaria, dijo volviendo el reloj, es una maquina bellísima se llama Lemania Venus, de lo más bonito que se ha hecho y lo mejor para este tipo de relojes



Y es de cuerda? Preguntó de nuevo Antoñito.

- Pues si, esa es una de las características de esta maquinaria es de cuerda manual, cada día hay que darle unas vueltas para que se cargue la reserva de marcha, aunque ésta puede durar casi dos días sin parar.

- Y D. Manuel, preguntó de nuevo Antoñito, como es que se ve tan clarita la maquinaria y la esfera? Porque en mi reloj no es así.

- Jajajaja, rió D. Manuel, es muy sencillo, este reloj dispone de dos cristales de zafiro que es muy muy transparente y a la vez es el mineral mas duro que existe, después del diamante.

- La hebilla es rara, eh? dijo Antoñito y añadió, las he visto que acaban en redondo en cuadrado, pero en pico, no había visto ninguna.

- Pues ya ves, esta es así es la característica de la marca, replicó D. Manuel



Y.. D. Manuel, que marca mas rara tiene no? Patek Philippe, no la había visto nunca.

Pues si es una marca de relojes suizos muy caros por la calidad de los mismos, los materiales que emplean y las complicaciones que montan, es muy exclusiva, en este caso es de oro blanco.

domingo, 17 de junio de 2007

lunes, 11 de junio de 2007

jueves, 7 de junio de 2007

FOTOS ANTIGUAS


sábado, 2 de junio de 2007

RELUMER

EL DIA


LA NOCHE